"Don't believe in fairy tales: To dream is not for free"

domingo, 30 de octubre de 2011

A través del humo


Hoy haré una confesión: Odio a las mujeres que fuman.

Las odio por culpa de Marla Singer.
Las odio por culpa de Mia Wallace
Las odio por culpa de Holly Golightly

Las odio por lo bien que le queda a algunas y lo horrible que hace parecer a otras. Las odio porque suelen ser tan volátiles como el humo que exhalan por sus labios.

          Las odio porque me jode tener que odiarlas

                       Las odio porque no puedo dejar de quererla

                                    Las odio porque, en el fondo, no puedo odiarlas

No cambieis, chicas. Todos tenemos vicios, pero no todos te pueden hacen parecer irresistible

lunes, 8 de agosto de 2011

The brick

Hay días en los que la vida parece una gran tienda, repleta de cosas llenas de belleza, con un denominador común: Todas están protegidas por un cristal, todo extá expuesto en un enorme escaparate, y la vista es el único sentido capaz de disfrutar de ellas.

La vida es demasiado corta y demasiado breve como para que desfile delante de los ojos, y se vaya como un tren sólo de ida.

Asi que va siendo hora de coger un ladrillo.





jueves, 2 de junio de 2011

Pereza

Esta noche no me apetece hablar. Dejemos que hable el Sr. Cohen, que para eso le han dado un premio, y a mí no. Todavía no se ha inventado el Premio Principe de Asturias que se me pudiera otorgar.

"Suzanne takes you down to her place newer the river.
You can hear the boats go by,
you can spend the night beside her,
And you know that she's half crazy,
but thats why you want to be there
And she feeds you tea and oranges
that come all the way from China,
and just when you mean to tell her
that you have no love to give her,
then, she gets you on her wavelength,
and she lets the river answer
that you've always been her lover
and you want to travel with her,
and you want to travel blind,
and you know that she will trust you,
For you've touched her perfect body with your mind".

jueves, 19 de mayo de 2011

Esta noche no




"Por favor, cúbrete. No quiero ver tus cicatrices. No quiero saber en que cama libraste tus batallas, ni como era el soldado que cometió la villanía de marcarte de por vida, ni cuán afilada era la hoja que dejó su muesca en tu alma para siempre. No, esta noche no. Tus cicatrices me hablan de la persona que fuiste antes de conocerme. Escóndelas, que no las vea. Me recuerdan demasiado a las mías."

"Hagamos un trato: El que haya perdido más sangre, paga la siguiente ronda de cervezas."

jueves, 21 de abril de 2011

Hielo



"Mmmm, ya entiendo. No sé como no he sido capaz de comprenderlo antes. Claro, todo el rollo aquel de las manos calientes, y eso. Siempre pensé que eran habladurías. Por cierto, si durante durante esta conversación ves que se te calienta la copa, avísame. Tengo hielo de sobra debajo de la camisa, puedes coger todo el que necesites."

miércoles, 23 de marzo de 2011

El hombre que le hablaba a las estatuas

 Desde que la vio por primera vez en la plazoleta situada al lado de su apartamento, quedó prendado absolutamente de ella. Allá se alzaba, altiva, entre la multitud.

Por obra y gracia del Ayuntamiento de la ciudad, colocaron a la vista de todo el mundo a una ninfa, una imagen que sólo podía estar al alcance de los más habilidosos artistas.

Nunca se atrevió a hablarle de cerca(que estupidez, se decía), sino que tan solo se limitaba a susurrarle palabras llenas de admiración. Pero tenía la absoluta seguridad de que si en algún momento ella le llamara por su nombre, el tiempo se detendría y todo el resto del gentío callaría súbitamente, asombrado ante tal milagro.

Verla allí, todos los días, ignorando sus miradas furtivas, las largas noches sin sueño, le suponía el más duro de los castigos. Tan fría, tan inexpresiva, pero a la vez tan cálida...

Le compró ropa sabiendo que nunca podría ponérsela. Le compró joyas sabiendo que nunca podrían adornarla. Le compró flores, que nunca se atrevió a entregarle. "Está loco", pensaría la insidiosa turba de curiosos e impertinentes.

Un día, se armó de valor, se vistió con sus mejores galas, dejó atados a la pata de la cama los miedos, y encerró bajo llave el temor al que dirán, y se decidió a hablarla. A decirle lo que sentía, sin miedo a la burla de la gente.

Cuando llegó a la plaza, ella ya no estaba. La feria, que tanto había costado, y tan poco dinero había dejado al Ayuntamiento, se había ido, y la hermosa pero enormemente tímida y callada hija del vendedor de palomitas, se fue con ella. Tenía la piel blanca como el marmol, el gesto firme como el de una diosa griega, y el pelo recogido como una emperatriz.

"Ójala alguien haga algún día una estatua de ella", pensó entre lágrimas, mientras volvía por el sombrío callejón que conducía a su  apartamento.

viernes, 18 de febrero de 2011

Basado en hechos ficticios

- "¿Sí, dígame?"

- "Hola, ¿te acuerdas de mí?"

- "Claro, eres la camarera morena del Poetry. Tambien recuerdo que al final de tu turno, se te había ido la mano con los mojitos, espero que tu jefe no se diera cuenta. ¿Que querías?"

- "Nada, es que volvía de clases de teatro, y recordé que me dijiste que vivías por esta zona. Tambien recordé el cigarrillo al que me invitaste, el tango que bailamos cuando el bar se quedó vacío, y que me llevaste a casa en brazos. ¿Estás en tu piso? Es que quería darte las gracias en persona."

- "Sí, estoy aquí solo. Pero si quieres subir, dame un poco de tiempo, porque lo tengo hecho todo un desastre. Incluso todavía tengo la cama sin hacer desde anoche."

- "No te preocupes. Dadas las actuales circunstancias, dudo que precisamente eso vaya a ser un problema." 

domingo, 13 de febrero de 2011

La frontera

Devuélveme todo aquello que nunca me robaste.

Tú, que tanto has vivido, tú, que tanto has sufrido.

Recuerda, estatua de sal,  todo aquello que nunca hemos vivido.

Y por encima de todo, sácame de esta difusa frontera, de este eterno interrogante que martillea las noches más largas en mi océano de sábanas:

"¿Qué es lo que diferencia a los tímidos de los cobardes?"

domingo, 6 de febrero de 2011

Prólogo: La explosión de la Gigante Roja

Si tuviera un maestro para escribir, me diría: "Usa frases breves y párrafos cortos; no intentes abusar del talento que no tienes".

Hablar de todo y no hablar de nada. Ese es el objetivo. Hablar de lo propio y de lo ajeno, de lo trascendental y lo estúpido.  Ese es el leitmotiv.

Hablar de dudas, de miedos, de alegrías y de esas cosas a las que nadie presta atención, hasta que hacen saltar su vida por los aires, como una estrella que se apaga y muere, finalizando su propia vida y cambiando para siempre la de los que la rodean.

En definitiva, ideas, sólo ideas. Las preguntas vendrán después.